que las mañanas se han vuelto frías
y que las ofrendas,
ya no llegan a su destino.
Andamos a la espera
de aquellas cartas de verano,
donde el emisor
se olvidó que existimos.
...
Llamaron a la puerta
un par de veces,
una el periódico y otras
un par de vendedores,
de esos de acuarelas
y otros de enseres.
Las misas que solía tomar
ya no son propicias,
solo espero que los domingos
aún escuchen mis rezos
y las campanas, tranquilas,
aguarden mi regreso.
... y quién sabe si con el tiempo
abracemos el recuerdo
y no bailamos tan solos,
como al comienzo.
una el periódico y otras
un par de vendedores,
de esos de acuarelas
y otros de enseres.
Las misas que solía tomar
ya no son propicias,
solo espero que los domingos
aún escuchen mis rezos
y las campanas, tranquilas,
aguarden mi regreso.
... y quién sabe si con el tiempo
abracemos el recuerdo
y no bailamos tan solos,
como al comienzo.

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