ha tirar la piedra siempre con la verdad,
a construir castillos sobre la arena,
confiaste en mí a ciegas
e hiciste verdad en mis palabras chiquitas.
Miraste en mí, un niño cuando jugaba,
y también respetaste mis decisiones como hombre,
ayudaste a mi formación sin dejar de consentirme.
No hubieron golpes, ni gotas de violencia,
solo lecciones de vida
y anécdotas de los abuelos.
El compañero de campamento,
Y ahora
me toca a mí hacer de ese hombre,
una fortaleza, tan grande y protectora,
como roble en la oscuridad,
sin dejar de ser niño y sin dejar de guiarme.
Gracias a ti, y a tu magia, puesta en mí,
el soldado de las maratones,
el anzuelo para pescar,
el guía en las excursiones,
el impulso en los clavados,
el loco y mi locura hereditaria,
mi fan desde siempre...
Fuiste mi héroe, mi amigo y mi papá.
una fortaleza, tan grande y protectora,
como roble en la oscuridad,
sin dejar de ser niño y sin dejar de guiarme.
Gracias a ti, y a tu magia, puesta en mí,
Papá !
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