A base de sexo


Buscamos tantas cosas 
y de tantas formas,
que nos olvidamos 
de ser felices, 
de crear un mundo 
con nuestra poca ropa
y de cuando en cuando 
dejar huella.
 
En forma de variantes,
tengo una herida expuesta,
tengo mis sentimientos a mil,
esperando devorar mi presa,
esperando horizontes perdidos,
pensando siempre en mí.
 
Alguna vez escuché hablar de amor
y de lo bien que nos emociona,
esa idea de encontrar 
una que otra persona,
que nos llegase a dar todo,
lo que una sola, ni nos toca.
 
La perspectiva, 
de sembrar dicha y emociones,
mezcladas con buena compañía,
a media tarde y con un café,
siempre deja menos cosas,
las que al sentarse 
en pleno de un sollozo,
terminas siempre
con menos ropa.
 
Tal vez a medio escrito,
me interrumpió una llamada,
de las pocas veces,
de esas que recuerdo,
fueron dos o tres entrecortadas.
 
Mientras esperamos a calentar el corazón,
seguiremos con la rutina de siempre... 
 
No he querido forzar llantos,
ni hacer temblar mi confesiones,
espero algún día dejar de fallar tanto
por dejar de follar poco.
 
Por ahora, mi rutina,
sin sentimientos,
sin desgaste emocional
y sin resentimiento es...
a base de sexo.
 
Y es también una forma de expresión, 
entre dos cuerpos.




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