Recordaris


Y es que…
aunque verte pasar sea desdicha
y la penumbra alegría,
te recuerdo aquí dentro,
muy dentro mío.
 
El causal aqueja penas,
la tormenta, manías,
las cuales fueron tuyas
y a la vez, tan mías.
 
Serviste para mi muerte,
la que asomaba 
en un hoyuelo,
el ruido de tu voz.
Yo esperé por ti,
pero el día acabó.
 
Hoy no sentiré más tu presencia,
porque marcharé a tu encuentro,
tu no lo veías venir.
Tomé tu alma
y la eché a volar,
junto a mí.
 
Y de aquel pacto nació,
con oscuridad, tu alegría,
hecha polvo,
hecha amor,
la que me diste
y la que también 
me quitaste.




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