Indolencias de una noche oscura,
al torpe sazonar de la claridad,
buscas tu lecho como andar
y no
encontrar,
eres un náufrago sin piedad,
en las orillas apartad tu sendero
y echar andar tu soledad.
Las tristezas se vuelven
cada vez más tristes,
sin encontrar alegrías,
yo he perdido canción,
tal vez tú,
has perdido melodía.
Correr no basta para no pensar.
Los recuerdos seguirán,
empiezas a llorar lágrimas de lluvia
y en el cielo nubes desgastadas,
por el sol y la humanidad.
Ahora que sabes lo que eres,
asegura dejar huella,
las cosas son materiales,
sin valor pero caras
y tu una alma que adquirió años
y sembró experiencias,
razón por la cual te seguiré llamando…
“Vida”, de vez en cuando.

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